Las consecuencias de la enuresis afectan en muchos aspectos de la vida de un niño, a saber: su vida social y familiar, el desarrollo de su autoestima y comportamiento.
Los niños con enuresis tienen más problemas de comportamiento que aquellos que no son enuréticos, además de manifestar una capacidad menor para relacionarse ya que el hacerse pis podría ser motivo de vergüenza si quedara expuesto ante sus pares. Esto le genera al niño un alto nivel de inseguridad, produciendo una disminución de su autoestima, limitando su capacidad de relacionarse y desarrollar actividades con otros niños; siendo una situación conflictiva para ellos tener que dormir fuera de casa por ejemplo en casa de amigos o campamentos.
La enuresis también afecta emocionalmente a los padres de los niños en cuestión generando estrés, frustración, desconfianza en sus capacidades de criar a sus hijos y culpabilidad (es común escuchar que los padres de niños enuréticos se pregunten que han hecho mal para que su hijo siga mojando la cama). …
Superar la enuresis requiere de un esfuerzo compartido entre hijos y padres, por parte de estos últimos por ejemplo, deben tratar de guiar a sus hijos para solucionar el problema otorgándoles seguridad y confianza en la resolución del mismo, teniendo presente que la enuresis se trata de un síntoma muy común que siempre se soluciona y que es algo que el niño no hace a propósito ni puede controlar ni superar por propia voluntad.
El asesoramiento profesional y la información acerca de la enuresis y de cómo tratarla contribuirá a aliviar a las familias que conviven con este problema: saber que se puede solucionar y planificar ciertas rutinas que los ayudarán a lograrlo es un comienzo.
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